Sentado sobre la arena de una inmesidad sin centro
en una playa desierta y perfecta
rodeado de un oleaje calmo y suave
que trae consigo cantos de ninfas y sirenas
habitantes ocultos de un mar infinito
encuentra mi alma la paz que anhela.
Mas allá, un sol devorador de crepusculos
recuerdo de otros tiempos y otros mares
sumando momentos placenteros
juega al escondite en el horizonte mirando
con asombro una luna grande y redonda
que predice, que ésta noche, aqui contigo...
un viento de amor vendrá a colocarnos
cadenas invisibles para que nosotros
sigamos el curso de la historia.
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